¿Es la escuela un medio para el entrenamiento de fuerza en niños?
Pyle et al. (2006), asegura que la propia escuela es el mejor medio para educar a la población infantil en el movimiento. La Educación Física (EF) es un importante punto de partida, a largo plazo, para mejorar la calidad de vida de esos futuros ancianos (Lucertini F, Spazzafumo L, De Lillo F, Centonze D, Valentini M, Federici A. 2013). Si desde edades tempranas mentalizamos al alumnado de los grandes beneficios que nos aporta la práctica de AF, tanto a corto como a largo plazo, facilitaremos su adhesión a ella y, por lo tanto, haremos de estos futuros adultos unas personas más activas (Barnett, Van Beurden, Morgan, Brooks y Beard, 2008). El hecho de crear personas activas físicamente se traduce directamente a mejor salud, siempre y cuando esa AF sea desarrollada dentro de los parámetros de seguridad correspondientes y con el personal cualificado para ello (McGladrey, B., Hannon, J., Faigenbaum, A., Shultz, B., y Shaw, J. 2014).

Cuando hablamos de población infantil y hacemos referencia al término de “personal cualificado” nos referimos no solo a que deben tener los conocimientos teóricos necesarios sobre la materia, sino que además deben poseer una correcta formación pedagógica que les permita conocer los diferentes estilos de comunicación necesarios para tratar con niños de la forma más eficiente posible (Lloyd et al. 2014; McGladrey, B., Hannon, J., Faigenbaum, A., Shultz, B., y Shaw, J. 2014).